Oh, como
odio la mentalidad machista.
Estoy
trabajando de voluntaria de workaway en un café-restaurant. Todos los turistas
que vienen a comer son de lo más bien. Sin embargo, los hombres de aquí piensan
que las mujeres están en este mundo para servirles. Ellos no piden, demandan, y esperan que uno
los sirva con una sonrisa en los labios. Y ninguno deja una propina.
Por lo
menos solo vienen una vez por semana, y eso ya es demasiado para mí. Los cuatro
hombres que vienen todos los días no se quejan y comen lo que les doy.
Bue, cuando
cocino lo hago a mi manera, no sé si está bien o mal, y los turistas no saben
la diferencia, así que no se quejan. Pero los hombres locales saben cómo es la
comida creta y si lo hago un poco diferente se quejan.
Les dije más
de una vez, que no soy de aquí y que no sé cómo ellos lo hacen. Si no les gusta
pueden ir a comer a otro lado.
Jaja… no
hay otro restaurante en el pueblo.
Por lo
menos el dueño volvió, así que él concina ahora, yo solo sirvo. BUE!!!
Ya que me
estoy quejando: todos fuman adentro del café.
3 días mas
y me voy para Santorini.
Actualización
Hoy hubo un funeral en la iglesia, de las 8 a las 10:30 horas.
Después del servicio, todo el mundo vino al restaurante a comer y beber.
Tenía todas las mesas prontas y la comida estaba en el refrigerador o en
los mostradores. Pensé que estaba tan organizada...
Tan pronto como llegó la gente, los hombres se sentaron en las mesas, y
las mujeres se metieron en la cocina.
Corrían de aquí para allá sirviendo a los hombres, pusieron la comida en
las mesas y los seguían sirvieron. Hicieron
el café y se encargaron de todo.
Había demasiadas mujeres en la cocina, una arriba de la otra, haciendo
todo. Obviamente, me fui de la cocina tan pronto como llegaron y me di cuenta
de lo que estaban haciendo. Si ellas quieren trabajar, quien soy yo para
decirles que no lo hagan. Después de todo era menos trabajo para me.
Hasta lavaron los platos y vasos y limpiaron la cocina, mientras yo
estaba sentado en el patio con un hombre de Noruega de lo más simpático. El andaba
en bicicleta por la zona y paro en el restaurante por una cerveza. Comió bastante
también porque las mujeres le seguían dando de comer, y no aceptan el no
Ahora entiendo por qué los hombres actúan de la manera que lo hacen.
No se les permite hacer nada, el servir y cuidar de ellos es trabajo de mujeres.
Y para colmo, algunas de las mujeres pusieron unas sillas en la cocina y comieron ahí.
¡Increíble!